Quiero encontrar

 



Quiero encontrar
las perdidas noches insondables,
quiero encontrar la calma y el alivio
en mi ser donde anida mi melancolía,
quiero saborear la dulce sensación
de entender de mi vida, mis espacios,
quiero saber cuál es el idilio del mar
y un velero, del tren y un pasajero,
de tu mentira y la mía…
de tu verdad y la mía…


©José Ángel Pineda ©Creatividad poética

¡Qué descansada vida la que huye del mundanal ruido!



¡Qué descansada vida la que huye del mundanal ruido!

Dijo Fray Luis de León,
en su viva apartada,
y aunque es bueno, un viernes lanzar una bailada
con gente acompañante,
nada mejor que tus poemas vivos
acompañados de una lira, de lira ante
de un guitarra, una cítara, una mandolina,
una música, de un árbol,
exquisita fragancia de la selva virgen
aunque solo en la mente exista
la virgen necesaria.
Si te gusta el bailongo ve al cuidado,
y si hay mucha gente cuídate el bolso y la cartera
de ilusiones, de cuero de lagarto
cualquier cosa que portes
cuídala, en esta vida de Dios
tu templo...I está en peligro
la mirada es certera,
las miradas y las manos vuelan,
te pueden dejar sin billetera,
y desplumado
aunque andas poca plata,
sobra un peligro vagabundo,
que la carne está en riesgo,
la comida esta cara
que andar por el mundo no es tan chiche,
¡Qué descansada vida la que huye del mundanal ruido!
¡Sube al árbol divino!




©José Ángel Pineda ©Creatividadpoética

Siempre es lo mismo


Siempre es lo mismo,
todo es mentira,
todo es verdad,
nada es lo mismo,
todo es igual...

Una mirada es fuego
miles de botones
el dedo pulsa
el suspiro final
y estremece las mentes
y se estremecen lo cuerpos blancos
y se estremecen los cuerpos rojizos
y calambres en las voces que divagan
las verdades de unos son mentiras de otros otras
son las certezas que gimotean y aman
y luchan si saber por qué, confundidas idas
las vidas, el grito, el orgasmo de humos
las orgías de sangre, ... ¿y de que nos asustamos?
- ¿de verlas desnudas?
desde hace siglos nosotros y el espejo
y lo incierto se vuelve tangible
predecible, apasionado
de bellas mujeres...
negras, brillantes profundas
Azabaches líricas, pulidas, extasiadas
dientes duros y blancos
se muerden el alma hace siglos...
¿ y quién dijo, es África, la mujer ultrajada?



©José Ángel Pineda ©Creatividad poética







Soledad






Con constancias
medito siempre
en la demencia...
sin clemencia , el ideal delirio,
la soledad es el mejor verbo
de la ciencia conjugada
en presente...
no importando el gerundio
del pasado
ni el adjetivo fatal
futuro incierto...
Lo importante es el experimento
la expericia, la paciencia, el entorno
de haber sido bullicio en el ambiente,
la concurrencia sádica...
haber sido brutal y despiadado...
sobre todo en la vida de un cabello,
la esencia de lo bello, esa dama, ese ajedrez
de cama, de mesa, de silla, de postura traviesa
con la pieza adecuada al movimiento,
con las formas diversas y el tamaño.
Despiadadas, amadas, salvajes, inteligentes
cruentas, violentas, con pinceles que besan
que muerden los colores más puros,
esas todas mis mujeres extrañas, fastidiosas
con solo dos colores;
ese blanco que muerdo
ese negro que muerdo
con mis manos de fuego
mi corazón sin inquieta
cuando me dices; luego...
y formarse el carácter, después de ser de un vicio
y el vicio natural , la denudez de roca
dura con sentimiento eterno y la mirada loca
que no pasa I pero suele quedarse
habitando el pensamiento
traspasando la piel sedienta
con mil lamentos
el silencio que escucho es prodigioso
siempre que uno se depierta al ver aquello
y tocar el cielo con los labios
y meditar profundo concentrado
en la imagen de Venus.
justo sobre la cima de ese monte perfecto.
Meditando los gritos del silencio
la soledad I la mejor compañía
el sexo má profundo, sin palparlo
mis ojos, las miradas sensuales
de ángeles contentos, las lágrimas
que brotan de los cuerpos.

©José Ángel Pineda ©Creatividad poética

Amanecida





El cántico de un gallo, y un mundo espiritual
en crónica ritual, lo especial de la noche
y el silencio ideal, en un inquieto umbral,
veo pasar las cosas
como algo natural, celestial.
y un toque del deseo de algo matinal,
y apacible en la vida que sigue, siempre sigue
la voz de una dama hermosa, en su cortejo,
en su estela seductora y fogosa,
y el llanto de Teseo…
El monte se vestía de brumas
y el rocío dormía y bostezaba exhausto,
me voy dejando vivir, como quiero vivir,
con una sonrisa divinal, día tras día,
a pesar de las cosas que me pasan,
siempre pasan…


©José Ángel Pineda ©Creatividad poética

Amanecen

 


Días que amanecen
comienzan a mirarse
en los sitios
prohibidos
de las miradas
hondas
Que se va como un torbellino
de cosas que se alojan
sin
pensar
sin decir
sobre
cosas
y se graban
y se encienden
las señales hermosas
con fuego
llamarada
que quema
lo profundo del agua
del cuerpo
de la mente
serena y pasional.

©José Ángel Pineda ©creatividad poética

Deseos y Sinos


Deseos y Sinos
(Soneto )

Una gata delirante y extasiada
y urgente, furiosa, y con impaciente
ternura, tan así, tan aceitada
ternura que desliza, suavemente.


A veces, uno es loco y quiere y siente
que puede todo y estamos en la luna,
y creciente, bella mentira suma,
que resta nada más que ser demente,


y un manicomio ocurra a la distancia
que para contagiarse con un polvo
dame un soplo de vida en esta estancia,

que pondré trepadoras guardapolvo
¡Sabes de mascarillas y distancia,
y fuegos encendidos, en rescoldo!

©José Ángel Pineda.