Glamour
La elegancia al hacer una estructura
que combine la casa y el jardín,
no es cosa de arquitectos de carmín
y que no saben nada de hermosura.
El estilo es el toque de ternura,
es la belleza, y prima como fin,
y el decorado es frescura, sinfín
de una fragancia de excelsa locura.
El glamour, un diseño cultural,
como bella armonía, sin impactos
que duelan, la elegancia del umbral.
Los exquisitos y fragantes tactos,
lo sencillo es hermoso y natural,
cuando nuestro plan es amar los actos.
©José Ángel Pineda