Cuando batallas por eso tuyo
que le das ese amor
en cualquier dimensión
de tu guerra de amante del rosal
de las estrellas,
de la luz que se abre en tu memoria
y en las sombras tan cuidada
y silenciosa como una noche larga,
como un día que nace
y no te callas cuando amerita
lo preciso...
Tus voces aprietan y punzan,
tus palabras son fuego,
y en tu entorno corpóreo
es ardiente,
con ganas de incendiar,
con ganas de vivir
y luchar de verdad por la verdad,
el amor, el amar,
clamando por la vida,
vives, cantándole a lo nuestro.
©José Ángel Pineda