Yo te canto con las voces de otros,
huelo tu piel exquisita de hembras,
madrugada, nueva amanecida
en mis ojos, como siempre tiemblas.
Entra a la medida cada vuelta,
con pasión que no gasta diamante,
en mis piernas enrollo mis tripas,
y mi piel irradia el sol demente.
La madrugada, me golpeo el alma,
me lanzo desde un armario viejo
de la parte más alta,
y encuentro solitario
al piso,
siempre pasa.
©José Ángel Pineda
huelo tu piel exquisita de hembras,
madrugada, nueva amanecida
en mis ojos, como siempre tiemblas.
Entra a la medida cada vuelta,
con pasión que no gasta diamante,
en mis piernas enrollo mis tripas,
y mi piel irradia el sol demente.
La madrugada, me golpeo el alma,
me lanzo desde un armario viejo
de la parte más alta,
y encuentro solitario
al piso,
siempre pasa.
©José Ángel Pineda